Julius Streicher, ha
proclamado hoy a la juventud alemana del extranjero:
“Nuestros padres
salieron un día de Alemania para transformar desiertos en regiones prósperas.
Cuando su tarea terminó, individuos de la raza judía se establecieron en el
país que otros habían formado. Esto sucede especialmente ahora en el sur de
Brasil. El judío se fue allí para hacer lo que hace en todas partes, desde dos
mil años. Es huésped de Alemania y ha logrado que se suprimieran todas las
leyes que le oprimían.
Cuando los restos del Ejército alemán volvieron de la Gran Guerra, el judío logró, con la ayuda de
gente comprada, crear en Alemania un Estado lleno de iniquidad. Durante catorce
años reinó en Alemania y la convirtió en campo de deshonor.
Se proclamó la igualdad
de las razas y por eso no se concedió importancia al Germanismo en el
extranjero.
Las informaciones de
prensa, dando cuenta de supuestos excesos antisemitas en Franken, están
desprovistas de fundamento”.
Basta con leer y estudiar los libros y diarios de Julius Streicher para entender hondamente la idiosincrasia de los malévolos judíos. Para abrir los ojos de la opinión pública acerca de la cuestión judía hace falta enseñar a los jóvenes de hoy el legado de este veterano periodista.
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