Hoy, último día del Congreso de la Libertad, el nuevo Ejército
alemán celebrará su triunfo. Los Generales del Ejército ofrecieron esta mañana a
las masas una manifestación militar. Como declaró ayer el Führer, sólo se quiso
demostrar el valor intrínseco del nuevo Ejército, garantía de la libertad
alemana.
En presencia de centenares de miles de espectadores, 16
mil soldados evolucionaron esta mañana con gran perfección en el campo de
aterrizaje del zeppelin.
Esta tarde se reproducirá la presentación de las tropas,
ya que todos los NS reunidos en Nuremberg quieren asistir al espectáculo
único.
Cincuenta mil jóvenes del Servicio del Trabajo, un número
igual de Juventudes Hitlerianas, que serán mañana soldados; 100 mil hombres de las
Secciones de Asalto y Protección y 180 mil Jefes políticos admirarán con
conocimiento técnico las evoluciones precisas de los que llevan armas por la
nación.
La multitud reunida se halla de corazón con el nuevo
Ejército, como ha dicho el Führer, es un instrumento de paz.
Por la mañana se ha empezado con la presentación de los
cuerpos motorizados. Aparecen potentes coches y 64 motocicletas, que
evolucionan por grupos con la precisión de la infantería en los desfiles.
Pequeños coches rápidos suben a través de pesados automóviles, parándose en
seco ante los obstáculos. Los hombres que llevan los coches y las motocicletas
van maravillosamente equipados y entrenados. El hombre y su máquina se
convierten en una sola pieza, cuyo dominio es igual al de antaño: el caballero
de su montura.
Vienen en seguida los nuevos tanques y carros de combate.
Tres hombres componen el equipo, con ametralladoras montadas sobre torrecillas.
Los carros de combate, a la orden de pararse, se detienen, alineándose
impecablemente en el campo. Ejecutan en seguida un simulacro de ataque contra
cañones antitanques e infantería motorizada. En algunos instantes los tanques atraviesan
la línea de defensa.
Mientras se produce una ráfaga, la artillería de defensa
contra aviones procede a montar una batería y una compañía de “pioneros” lleva
una población como blanco, entre los aplausos del público. Se monta la ciudad
en el centro del terreno en cinco minutos y aparecen unas casas de cartón
pintadas de blanco, con dos grandes fábricas de chimeneas rojas.
Aparecen en el horizonte tres escuadrillas de aviones, la
nueva arma obra del General Goering, como subraya el megáfono. Los artilleros de
las baterías de 88 y 37 milímetros se hallan tendidos en tierra como cadáveres.
Al grito de alerta, todo el mundo se halla en su sitio. Se reconoce al enemigo.
Los cañones de 88 milímetros tiran con ritmo rápido. El enemigo aéreo contornea
el objetivo. El ataque parece aplazado, pero de nuevo la voz de alerta se oye y
se ejecuta nuevamente la escena. Las pequeñas ametralladoras de 37 milímetros
entran en acción. De golpe, unas bombas destruyen la población de cartón, que
se halla envuelta en llamas. Las chimeneas han sido destrozadas. La multitud
aplaude llena de entusiasmo.
No hay comentarios:
Publicar un comentario
¡SE AGRADECE SU APORTACIÓN A ESPEJO DE ARCADIA!