En el discurso pronunciado por Hermann Goering, Ministro
del Aire del Reich, entre otras cosas ha dicho:
“Cuando se quiere la paz hay que poseer elementos que hagan
comprender a los demás su propia voluntad de paz. Alemania no desea conquistar
territorios extranjeros, pero tampoco quiere ser la Abisinia de Europa. Vivimos
en un período de enorme tensión y no sabemos cómo se disipará. Dios quiera que
no se desencadene la tempestad sobre Europa. Sin embargo, la situación nos
obliga a hacer todo lo necesario para que si la hora decisiva llegara, Alemania
estuviese protegida. Queremos garantir a todo precio la libertad del Pueblo
alemán y si la hora decisiva llegara no se tratará de saber cuánto posee
Alemania en mantequilla, sino cuanto posee en cañones.
Alemania goza de una situación privilegiada en la Política
extranjera porque no se halla mezclada a ninguna complicación internacional y
de nuevo es una gran potencia, debiéndose todo ello a la Política genial y a la
voluntad del Führer.
Hago alusión a los rumores que han venido circulando
sobre algunas personalidades del Reich. Todos los hombres cometen faltas, pero
debemos juzgar a cada uno según su fidelidad y según lo que ha hecho por el
movimiento. La propaganda Comunista se muestra activa y puede constituir un
peligro para el Estado; por esto hay que combatirla cueste lo que cueste.
Dominaremos también a la reacción que trata de manifestarse y que ha tomado como
bandera los antiguos colores del imperio.
Somos nosotros quienes hemos salvado este noble emblema,
pero así como no puede haber más que un Pueblo, una nación y un Führer, no
puede haber más que una sola bandera: la bandera Nacional-Socialista."
Agencia “Havas”; Hamburgo, 07 de diciembre de 1935.
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