Para muchos
observadores políticos se halla actualmente Japón en un cruce de caminos en
cuanto a sus relaciones internacionales. Dos son las direcciones que se le
ofrecen: Rusia e Inglaterra. No puede decir que existan relaciones difíciles con
estas dos naciones, y que se requiera, por tanto, buscar la forma de remediarlas.
Pero éste es problema que para muchos se presenta serio y que hace recordar la
posición de Japón al comenzar el presente siglo. Como entonces, ahora se
considera a Japón en mala postura para trabar lazos de amistad.
Francia,
Alemania y Rusia se han combinado recientemente para hacerle perder las
ventajas logradas de la guerra con China en el año 1895. Y el oso ruso parece que
éste posa su garra con codicia sobre Corea, aguda punta acerada que se orienta
hacia el corazón del príncipe Ito. Teniendo en cuenta esta amenaza, la amistad
con Rusia es aconsejable. Por su parte, algunos altos Consejeros de Estado
recomiendan una alianza con Inglaterra, ya que las dos fuerzas unidas
representarían un freno para el oso ruso.
Últimamente
la opinión de estos últimos ha prevalecido con motivo de la visita del príncipe
Ito a la capital rusa, quien allí ha tenido conocimiento de los proyectos de
alianza Anglo-Japonesa. Ahora, como antes, al ver de algunos observadores, Rusia
es el oso temible para Inglaterra y Japón, y por ello Japón buscó la unión en
el frente combinado de las cuarenta y un naciones en el seno de la Sociedad de
Naciones, y una vez más siente ahora la falta de amistades. Surge la pregunta
de si hay que ir a un Tratado Comercial con Inglaterra como el proyectado en
1901 o si se debe seguir la política patrocinada sin éxito por el Príncipe Ito
hace treinta y dos años.
La
amenaza rusa existe por tierra y por mar, además por las ideas subversivas,
parte de carácter militar y parte moral. Inglaterra no figura como potente
enemigo por tierra, pero competidor comercial es seria y grave amenaza,
especialmente para la industria de tejidos, y es considerada por Japón como su
contrincante más importante. También pesa en el criterio de algunos la relativa
unión de las flotas de Norteamérica y de Inglaterra por la fuerza que de su combinación
resultaría.
Se hallan
actualmente los ánimos exacerbados con las recientes disposiciones tomadas contra
los tejidos japoneses en la India, y si no llegan a buen fin las negociaciones entre
Delegados japoneses y británicos en Londres sobre este particular se avecina una
lucha comercial intensa, que acarrearía un mayor distanciamiento en las
relaciones de Japón con Inglaterra.
Los
optimistas esperan que no se llegará a tales extremos, pero según algunos, la orientación
Política Comercial de Inglaterra, que se revela en la reciente disposición por la
que se elevan las tarifas para los tejidos japoneses en la India, responde a
una Política inglesa que tiende a contrarrestar la Política asiática de Japón,
y en tal caso a Japón le ha llegado la hora de emancipar a aquel continente,
ayudando a sus compañeros asiáticos, especialmente a la India, en donde sus habitantes
serán los que más habrán de sufrir de los aumentos de las tarifas aduaneras que
encarecen los productos de fabricación japonesa.
A este
fin tienden las propagandas recientemente inauguradas para la creación de una Liga
anti-británica en Asia. La Prensa vernácula también comenta la posición de
Inglaterra que denuncia los Tratados de Comercio que eran favorables a Japón e
interrumpe sus relaciones comerciales con Rusia, señales éstas del deseo de
abstenerse del trato de ambas naciones: Rusia y Japón, por considerarlas como
enemigos comunes.
Este
estado de cosas ha herido recientemente la sensibilidad nacional hasta en
Rusia, y es posible que los Soviets juzguen mejor política el aproximamiento a
Japón, y a ello responde la aceptación - en principio - de la venta del
ferrocarril del Este manchuriano y el reconocimiento en puertas del nuevo Estado
manchú. La realización de estos dos hechos influirá seguramente en Japón para buscar
la amistad de Rusia con preferencia a la de Inglaterra.
Agencia “Reuters”;
Tokio, 08 de junio de 1933.
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